Mensajes de diversas orígenes
viernes, 13 de octubre de 2023
Hijos míos, por favor, intensificad vuestra oración y rezad por mi amada Iglesia
Mensaje de Nuestra Señora a Angela en Zaro di Ischia, Italia del 8 de octubre de 2023

Esta tarde la Virgen María se presentó toda vestida de blanco. El manto que la envolvía era también blanco, amplio, y el mismo manto cubría también Su cabeza. Sobre Su cabeza la Virgen tenía una corona de doce estrellas brillantes. Estaba bañada en una gran luz, tenía los brazos extendidos en señal de bienvenida, en la mano derecha una larga corona del santo rosario blanca como la luz que le llegaba casi hasta los pies. Sus pies estaban descalzos y descansaban sobre el mundo. Sobre el mundo se vislumbraban guerras y violencia. La Madre deslizó una parte de Su manto y cubrió una parte del mundo.A la derecha de la Virgen María estaba San Miguel Arcángel como un gran líder. Los ojos de la Madre estaban llenos de lágrimas pero, al mismo tiempo, tenía una hermosa sonrisa, como si quisiera ocultar Su dolor.
Alabado sea Jesucristo
Queridos hijos, gracias por aceptar y responder a esta llamada Mía.
Queridos hijos, esta noche rezo con vosotros y por vosotros.
Hijos míos, estos son los tiempos que os he predicho desde hace mucho tiempo, tiempos de prueba y dolor.
Hijos míos, intensificad vuestra oración y rezad por Mi amada Iglesia. Rezad por los sacerdotes que cada vez se dejan seducir más por el error que conduce al pecado. Rezad mucho por el Vicario de Cristo.
En este momento, la Virgen María inclinó la cabeza y me pidió que rezara con Ella, rezamos juntos, luego reanudó la palabra.
Hijos míos, lloro por Mi amada Iglesia que continúa por el camino de la división, lloro por todo lo que sucede en el mundo, lloro porque cada vez más hijos se alejan del bien.
Hijos, rezad para que no se pierda el auténtico Magisterio de la Iglesia.
Orad hijos míos, que vuestra vida sea una oración continua.
Hijos míos, esta tarde paso entre vosotros, toco vuestros corazones, toco vuestras heridas, os toco a cada uno con amor maternal. Os tiendo Mis manos, cogedlas y caminad Conmigo, no os dejéis atacar por el príncipe de este mundo que cada vez seduce más a las almas y os aparta de la fe.
Hijos, caminad en la luz. Sed luz para los que aún viven en las tinieblas.
Por último, la Madre bendijo a todos. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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