Mensajes de diversas orígenes
jueves, 4 de mayo de 2023
La Casa del Santo Rosario de la Santísima Madre
Mensaje del Cielo a Valentina Papagna en Sidney, Australia, el 26 de abril de 2023
Cuando estaba rezando mis oraciones matutinas, de repente, vino el ángel y me dijo: «Valentina, hoy tienes que venir Conmigo. Tienes que conocer a nuestra Santísima Madre».
De repente nos encontramos ante los locales de una casa bellísima que parecía más bien una iglesia. Era de ladrillo rojo, y la puerta principal estaba abierta. San José salió a nuestro encuentro. Sonriendo, dijo: «Valentina, mi amada esposa María espera que vengas a Su casa, a Su Santa Casa del Rosario. No todos están invitados a Su casa, sólo seis elegidos».
Antes de entrar en la casa, en la puerta, San José me dio un pan redondo que parecía un apagador, pero muy alto. Me dijo: «La Virgen quiere que lo tomes en tus manos».
Tomé el pan en mis manos y me sorprendió lo ligero que era, como una pluma. Cuando entré en la casa, al ver a la Virgen dentro, di las gracias a San José y a la Virgen. También, dentro, había algunas otras personas desconocidas para mí.
La Virgen nos explicó y enseñó lo importante que es ahora enseñar y rezar el Rosario, sobre todo en este tiempo que vivimos en la tierra.
Más tarde asistí a la Santa Misa celebrada por el Padre Chris. Durante la Misa, nuestro Señor Jesús se apareció de repente. Dijo: «Valentina, vengo a explicarte por qué Mi Amada Madre te llamó a sí misma, a su Casa del Santo Rosario y por qué te dio el pan».
Dijo: «Con ese pan que has recibido, tienes que alimentar a la gente y hablarles de los Mensajes (que recibes del Cielo) y de las oraciones. Los tiempos se están volviendo muy tensos, y las cosas están cambiando rápida y velozmente. Ahora mismo es una época muy peligrosa en la que se avecina una guerra nuclear. China y Rusia, y otros países vecinos están esperando para empezar la guerra. Tu gobierno sabe todo esto, pero no quiere decírselo a la gente para que cunda el pánico. Tiene que decir a la gente que cambie y se arrepienta de sus pecados».
Eso es lo que nuestro Señor quiere de nosotros ahora, que cambiemos y nos arrepintamos de nuestros pecados, eso es lo más importante.
Señor Jesús, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
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