Para todos los hijos de Dios:

Con paciencia y en obediencia a la Voluntad Divina, continúo compartiendo con todos los hijos de Dios, lo que es Propiedad Divina. Estas Llamadas del Cielo, que no me pertenecen a mí, os pertenecen a cada uno de vosotros. Son de vuestra propiedad, siendo vosotros la razón de que esta Palabra sea revelada a la Humanidad con el fin de que sea puesta en práctica.

Cada hijo de Dios es el Amor Divino transformado en criatura humana, anunciándose, llamándose y manifestándose para que nadie se pierda y todos lleguen al conocimiento de la Verdad. La fe es la fuerza que debe mover el motor que cada uno de nosotros posee en su interior, el motor que nos impulsa a buscar y conocer a Dios.

Estamos atónitos al ver cómo esta generación se dirige erróneamente hacia el Reino de las Tinieblas. El mal está ganando terreno y, como hijos de Dios, debemos tomarnos en serio el Sacramento del Bautismo: SOMOS SACERDOTES, PROFETAS Y REYES. En este instante cada uno tiene la responsabilidad de ser un evangelista más, y para ello debes poseer el pleno conocimiento de la Palabra Divina que tenemos en las Sagradas Escrituras.

La pérdida de la Fe no se produce en un instante, sino en la progresión de obras y acciones que deterioran poco a poco el amor a nuestro Dios. La Fe necesita ser alimentada, y ese alimento llega al hombre a través del conocimiento y de la conciencia. Necesitamos adquirir conocimientos para ampliar la conciencia y fortalecer la Fe.

La humanidad necesita ver el cuerpo humano como mucho más que carne que encierra órganos; el cuerpo humano es el TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO. Por eso,Cristo nos reitera que poseemos algo más que sentidos físicos; poseemos sentidos espirituales, y el hombre está dotado de todo lo necesario para mantener una relación más estrecha con Dios.

El hombre, hijo de Dios, en su mayoría no sabe que puede esperar mantener una relación del "tú" humano con el "Tú" Divino con mayor intimidad e intensidad y recibir la fortaleza para mantenerse en pie espiritualmente, frente a los constantes ataques recibidos del demonio.

Nuestra generación ve de lejos a Aquel que la creó, y se ha entregado a prácticas que la acercan y la entregan al diablo, como un acto de rebelión contra el cumplimiento de los Mandamientos, Sacramentos y Leyes Divinas.

El diablo ofrece libertinaje, no libertad, y después de utilizar al hombre a su antojo, lo llevará a sufrir en el fuego. El diablo no da nada gratis.

El hombre debe saber que el mal existe y que el mal está dispuesto a dar a la Humanidad todo lo que desea para que pueda sentirse bien y cómoda haciendo lo que desea. En cierto modo, la criatura humana piensa que Dios le somete al cumplimiento de las obras y acciones a semejanza de Cristo para dar testimonio de un verdadero cristiano, y esto, en unos casos provoca rebeldía y en otros un ejemplo a seguir.

En este instante la Humanidad se confunde ante una ola de aceptaciones a modernismos que la Ley de Dios desaprueba. La confusión se produce cuando no se conoce la Ley y la fe es tibia. Porque si se ama a Dios sobre todas las cosas y se conoce la Ley de Dios, la confusión no puede crear estragos, ya que la Ley es clara y no fue dada sólo para el tiempo de Moisés, sino para todas las generaciones.

Hermanos y hermanas, nos enfrentamos a los Signos de los Tiempos. Conocerlos da al hombre más seguridad para poder reconocer los signos y esforzarse por cumplir continuamente lo que Dios nos pide.

Cada uno de nosotros tiene sobre sí la Bendición Divina y la protección de nuestra Santísima

Madre, a la que invocamos a cada instante, rogándole que nos acepte como a uno de sus hijos, CON LA SEGURIDAD DE QUE LA MUJERVESTIDA DE SOL ACHASTARÁ LA CABEZA DE SATÁN Y LOS HIJOS DE DIOS DISFRUTARÁN DE LA ERA DE LA PAZ.

Todo esfuerzo, toda devoción, no debe realizarse pensando en este instante, sino con Fe en un mañana mejor, en el que el sufrimiento será olvidado y la entrega de este instante será el mejor regalo que podamos hacer a la Santísima Trinidad.

Hermanos y hermanas: que nuestras acciones se lleven a cabo con la seguridad de que cada obra y cada acción se expandirán para el bien de nuestros hermanos y hermanas, y cada buena acción repercutirá en todo el Universo.

Intentemos que la Tierra no sea del todo indiferente a su Creador, sino que la luz del alma de Sus fieles se lo diga:

ESTAMOS AQUÍ ESPERANDO TU SEGUNDA VENIDA, REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.

En la Fe,

Luz de María

La vida de Luz de María ha sido una vida guiada por Dios desde su nacimiento en un pequeño país centroamericano: Costa Rica. Actualmente reside en Argentina.

Proviene de una familia de profundas raíces cristianas en la que, junto a sus hermanos, crece rodeada de un ambiente de espiritualidad, con la Eucaristía como centro de su vida. Su juventud transcurre junto a la presencia de sus queridos Ángeles Custodios y de la Virgen María, que son sus compañeros y confidentes. Desde entonces comparten con ella Manifestaciones Celestiales, presagiando así lo que se materializaría poco a poco años más tarde.

Junto con el desarrollo de su vida profesional, forma un hogar que hoy está constituido por 15 miembros, que la acompañan a medida que las Manifestaciones Divinas comienzan a tener lugar en su casa: tales como exudaciones de imágenes religiosas, aromas inexplicables, entre otros, convirtiendo así a su familia y seres queridos en testigos de la experiencia espiritual de Luz de María.

En la Semana Santa de 1990, se produce el encuentro definitivo con la Virgen, que le anuncia la recuperación física de una enfermedad que Luz de María padecía y la recibe de manera especial para prepararla para el encuentro con Su Divino Hijo. Comienza así un largo camino en el que se le va aclarando sutilmente a Luz de María la misión que el Cielo había designado para ella.

Comienza así una nueva etapa en su experiencia mística, que la llevaría a experimentar profundos éxtasis no sólo en presencia de su familia, sino también de personas cercanas a ella que más tarde se reunirían para orar, formando así un Cenáculo que la acompaña hasta el día de hoy.

Con el paso de los años, Jesús y la Virgen la forman para que sea un instrumento útil en las manos del Divino Alfarero y así se abandona en la Voluntad del Señor, soportando junto a Cristo el dolor de la Cruz que penetra físicamente en su cuerpo y en su alma.

Tras una larga espera durante la cual Cristo y la Santísima Madre la preparan gradualmente pidiéndole discreción en ese período, el Cielo le ordena comunicar a toda la humanidad la Palabra Divina que ha recibido y sigue recibiendo. A partir de ese momento, Cristo le abre el camino y dirige sus pasos allí donde la Voluntad Divina desea que llegue la Llamada del Cielo.

Después de que le dan la Orden Divina de darse a conocer, y bajo la inspiración del Espíritu Santo, comienza a visitar diversos países, especialmente los de América Latina, dando entrevistas radiofónicas y conferencias abiertas al público. De allí surgen hermanos y hermanas deseosos de poner en práctica las enseñanzas de la Palabra Divina, formando Cenáculos de oración y praxis del Evangelio, permaneciendo en constante lucha por alcanzar una vida plena en el cumplimiento de la Voluntad de Dios y en el amor al prójimo.

Luz de María comienza a percibir que, a medida que pasa el tiempo, la Palabra de Cristo y de la Santísima Madre adquiere una voz diferente en cuanto a su magnitud e intensidad, debido a la proximidad de los acontecimientos que la humanidad enfrentará.

Sin embargo, en cada Llamada Divina prevalecen el Amor, la Misericordia y, al mismo tiempo, la Justicia Divina. Y anuncian y denuncian la realidad de la purificación del género humano, purificación que es fruto de la desobediencia del hombre actual y de la mala gestión que ha dado a los avances en todos los campos, transformándose así el hombre en su propio azote.

Cristo le da a conocer la persecución, la injusticia, la difamación y la calumnia a las que se enfrentará por parte de aquellos que no aceptan estos Llamados Divinos y que no se cansarán de perseguirla para acabar con esta Obra, pero ella acepta, sabiendo que como instrumento de Cristo debe seguir el mismo camino que Cristo recorrió en la Tierra.

La Santísima Madre es su consejera, y de la mano de la Madre, hasta el día de hoy, sigue siendo una fiel discípula de Cristo, viviendo diversas experiencias místicas en las que Cristo comparte Su sufrimiento en la Cruz.

Junto a ella, han permanecido Sacerdotes de varios países que la guían, pero como el mismo Cristo le dice" "Yo soy tu verdadero director espiritual", pues es Cristo quien guía cada uno de sus pasos y todo lo que hace. El Padre José María Fernández Rojas, quien desde el inicio de las manifestaciones ha estado junto a ella como su confesor, también ha acompañado a su grupo de oración del cual forman parte inseparable tres religiosas desde que se formó el Cenáculo hace 24 años, siendo una de estas religiosas licenciada en teología, se ha mantenido la más estricta observancia y análisis de la palabra revelada.

La Misión de Luz de María, en total obediencia a Cristo, es ser instrumento de la Verdad Divina en este instante y anunciar y denunciar lo que Nuestro Señor Jesucristo y Nuestra Santísima Madre le indiquen para que los hijos de Dios continúen luchando por su propia conversión y la de todos sus hermanos, reconociendo y combatiendo fuertemente el mal que les rodea, y dedicados, continúen en el camino de la Salvación en todos los aspectos de la vida.

Es así como la Palabra Divina que recibe Luz de María invita a la humanidad, como hijos de un mismo Padre, a alcanzar la unidad de todos los hermanos y hermanas, cumpliendo el Primer Mandamiento y eco de la Llamada de Cristo que llama a Su Pueblo a ser uno.

Referencia:

Previo al momento en que Cristo comparte Su Pasión con ella, Luz de María comienza a percibir un estado particular que le hace reconocer anticipadamente la Manifestación de este prodigio, provocando a partir de entonces que caiga en un profundo éxtasis, reflejando una escena dramática para los testigos debido al sufrimiento no sólo físico sino espiritual; heridas en sus manos, pies, costado del pecho y la cabeza se hicieron visibles, en algunas ocasiones se manifiestan lágrimas de sangre que emanan un intenso perfume que inunda toda la habitación. Cuando el éxtasis, que puede durar de una a varias horas, llega a su fin, las heridas cicatrizan regenerando su carne y su piel, quedando sólo la sangre que emanaba de estas heridas...

Traducción

Estelí, Nicaragua, Año del Señor, 19 de marzo de 2017
Solemnidad del Patriarca San José

Los volúmenes que contienen "REVELACIONES PRIVADAS" del Cielo dadas a Luz de María desde el año 2009 hasta la actualidad me han sido entregados para la respectiva Aprobación Eclesiástica.

He revisado con fe e interés estos volúmenes titulados: "VENGA TU REINO", y he llegado a la conclusión de que son un llamado a la Humanidad para que retorne al Camino que conduce a la Vida Eterna, y que estos Mensajes son una explicación del Cielo en estos momentos en que el hombre debe permanecer atento para no extraviarse de la Palabra Divina.

En cada revelación dada a Luz de María, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María están guiando los pasos, el trabajo y las acciones del Pueblo de Dios en estos tiempos en que la Humanidad necesita volver a las Enseñanzas contenidas en la Sagrada Escritura.

El contenido de estos volúmenes es un tratado de Espiritualidad, Sabiduría Divina y Moral para quien los acoja con fe y humildad, por lo que te los recomiendo para que los leas, medites y pongas en práctica.

DECLAROque no he encontrado ningún error Doctrinal que atente contra la fe, la moral y las buenas costumbres, por lo que concedo a estas publicaciones el IMPRIMATUR.

Junto con mi bendición, expreso mis mejores deseos para que la "Palabra del Cielo" aquí contenida resuene en toda criatura de buena voluntad.

Pido a la Virgen María, Madre de Dios y Madre Nuestra, que interceda por nosotros para que se cumpla la Voluntad de Dios "...así en la Tierra como en el Cielo" ^{(Mt, 6:10).}

IMPRIMATUR

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Juan Abelardo Mata Guevara, SDB
Obispo Mayor de Estelí, Nicaragua

Traducción

2 de noviembre de 2016

Dios siempre ha venido a ayudar a Su Pueblo, siempre. Dios nunca nos ha dejado solos; somos nosotros los que dejamos solos a nuestro Señor, a nuestro Dios. Como en la antigüedad, somos un pueblo obstinado. Ayer y hoy seguimos ignorándole y dejándole solo, pero aun así, Dios sigue hablándonos... sigue guiándonos... sigue advirtiéndonos. Pero nosotros, Su pueblo, seguimos siendo sordos; no escuchamos Su Voz. Aun así, Cristo no se cansa, y a través de sus fieles instrumentos que transmiten Su Voz, Sus Enseñanzas y Sus Llamadas, sigue hablando a Su Pueblo, todo por amor.

Esta colección de libros titulada "VENGA TU REINO"es una colección de Mensajes dados por Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a través de su instrumento:

Luz de María, a quien el propio Cristo llama Su profeta de los últimos tiempos. Ella es la elegida de Dios para transmitir la Palabra Divina, y es de suma importancia que la escuches. Estos Mensajes se dirigen a toda la Humanidad; no tengamos miedo.

Es necesario, en estos tiempos que vivimos, meditar interiormente estas Palabras y acogerlas y hacerlas vida para mantenernos firmes y fieles a la Verdad revelada y reflejada en las Sagradas Escrituras, que no se contradicen en absoluto en estos Mensajes, sino todo lo contrario. Estos Mensajes aclaran lo revelado en las Escrituras para que no nos confunda el mal.

Nuestro Señor está deseando que abramos nuestros corazones y despertemos nuestra conciencia para que podamos responderle como Él se merece. Abracemos esta Palabra Divina que el mismo Dios pone a nuestro alcance. Y no seamos como los fariseos y sumos sacerdotes de aquellos tiempos, que teniendo a Jesús delante, no lo reconocieron. Seamos aquellos por los que Nuestro Señor oró al Padre:

"Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque esto es lo que te ha placido hacer" (Mt. 11, 25-26).

Os bendigo, en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, a todos los que seáis receptivos a esta Palabra y la compartáis con vuestros hermanos y hermanas.

Amén.

Su Santidad el Papa Pablo VI ha confirmado el 14 de octubre de 1966 el Decreto de la Sagrada Congregación para la promulgación de la Fe(Acta Apostolicae Sedis nº 58/16del 29 de diciembre de 1966) que permite la publicación de escritos relativos a las manifestaciones sobrenaturales aunque estos escritos no estén aprobados por el "nihil obstat"de las Autoridades Eclesiásticas.